31 de enero de 2012

4. Políticos hijos de puta II



Queridos lectores voy a proseguir mi pequeño análisis económico que empecé en la anterior entrada. Y el turno de foto le toca a Aznar, porque no puede salvarse, al menos en España, ni un puto político.

Retrocedamos a 2001, cuando todavía en nuestras cabezas fluía la moneda más bonita que hemos tenido, la peseta. Y quien no se acordara de las “rubias”, si todo estaba a precios completamente asequibles, una familia de 4 miembros y dos perros grandes, como lo era la mía, vivía como poco con un solo salario de 150.000 ptas., las mujeres todavía podían permitirse el lujo (la que quisiera claro) de estar en casa con los niños y educarles, la compra al mes no alcanzaba un valor superior a las 40.000 ptas., el tabaco rozando las 300 ptas. (¡¡joder que caro!!), el autobús yo le pagaba a 125 ptas.… En fin, unos precios que nos parecían “altos” pero muy razonables.

Cabe también decir que el trabajo estaba infinitamente mejor pagado que ahora, a pesar de tener un salario mínimo inferior al actual, los empresarios pagaban mejor y no tenían tanta adicción al despido, y jovencitos como ahora yo, que se quieran marchar del nido podían hacerlo tranquilamente sin la ayuda de limosnas del estado, solo con su trabajo que era muy estable, y con su pareja, que también trabajaba.

Obviamente esto no podía durar eternamente, pues el tiempo seguía su curso y llegaría el 1 de enero de 2002, y con este, el aclamado Euro. Esa enorme china en el zapato del dólar, esa cohesión económica y política europea… Pero lo que no nos dijo ni dios, a pesar de tener a esos muñecajos de plastilina advirtiéndonos, es que por cada euro que teníamos, perdíamos 166,386 ptas. Todos como el profesor cojonciano a comprar con conversores, tablitas que regalaban… para que no nos engañaran en la compra. Hasta que de repente, la representación de una moneda de un euro fue como la de 100 ptas. No sé si la gente se empezó a apañar mejor así, pero gracias a tan “inofensivo gesto” estamos hoy como estamos

A algún empresario cabròn se le ocurrió semejante idea de marketing, de que con los mismos números “fabricar el mismo precio” pero no, aumentaron hasta en un 140% los precios, que bonanza económica, la seguridad social daba beneficio, pero siempre a costa nuestra de jodernos. Empezamos a pedir créditos para mantener el ritmo de vida de la peseta, ¿y qué paso? Nada.

Aznar con su España va bien, no se molesto en tener controlado esta inflación de país africano, esa comisión de precios de consumo, no movió ni un solo músculo para solucionarlo, y por supuesto nosotros ciudadanos, no hicimos nada. La única conversión responsable que hubo, fueron los sueldos, que ahí ni redondeo ni hostias, se ajusta hasta el segundo decimal, y siempre a menos. Y a día de hoy, todavía las empresas se quejan de que ganamos mucho y hay que congelarnos el sueldo durante 4 años, los sindicatos nos consiguen subidas del IPC (no se cual, porque de 2001 a 2002 el IPC estaba entre el 45% - 60%) y las pobres constructoras no venden pisos.

Luego con decir que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades… Vamos que vivir como vivíamos con la peseta era un lujo, y con la mierda del euro esa vida no la volveremos a conocer nunca. Nos obligan a acostumbrarnos a salarios de mierda que no dan más que para vivir con papa y mama, y a soñar con comprarnos cualquier cosa que exceda del pago 3 meses.

¿A quien toca dar las gracias esta vez? Pues al querido PP que no se preocupo lo mas mínimo en poner freno a esa vorágine, y al PSOE que no lo soluciono, dio limosnas para que la gente se callara (véase el cheque bebe)

Desde aquí me gustaría mandar un mensaje rotundo a cada persona que lea esto y lo pase como una cadena (si hace el favor), de que si te encuentras a algún cargo público, agrédele verbal o físicamente




 

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